Alberto Barraza y su producción de uvas pisqueras en Río Hurtado: “Me alegra realizar esta actividad”

Autor: Indap Coquimbo

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Alberto Barraza - uvas pisqueras Río Hurtado

Con la energía que entrega el valle del Limarí, el agricultor Alberto Barraza día a día emprende la tarea de cuidar sus cultivos de vides pisqueras, una labor en la que, resalta, su madre “es un pilar fundamental, alguien indispensable, ya que gracias a ella he podido realizar esta actividad desde el 2018”.

Alberto es un joven rural de 28 años y usuario del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) de la comuna de Río Hurtado, región de Coquimbo. Hoy posee uvas de la variedad Pedro Jiménez y, en menor cantidad, de Moscatel Rosada y de Austria, las cuales entrega a la Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada (CAPEL), empresa de la cual es cooperado.

- ¿Por qué decidió quedarse en el campo?

- Estuve un tiempo en la ciudad por mis estudios, pero es algo que no cambiaría por el campo. Aquí hay vistas lindas, hay tranquilidad, la gente es más cordial, es realmente algo muy bonito. Respecto a por qué emprendí en la ruralidad, la verdad es que junto a mi madre decidimos continuar con el legado de mi padre, quien nos dejó hace algunos años, y desde entonces ha sido una experiencia muy enriquecedora. Estamos con todas las ganas de sacar adelante el negocio, porque cuando nosotros nos hicimos cargo no teníamos idea de nada, pero hemos ido aprendiendo en el camino y es muy grato ir viendo cómo han progresado las cosas.

En las próximas semanas comenzará la vendimia, temporada de recolección de uvas maduras que servirán para la elaboración del destacado pisco nacional. Si bien durante esta época el trabajo es más exigente, Alberto hace hincapié en que “es una actividad que me alegro de haber elegido y de seguir con ella hasta el día de hoy”. 

Con las convicciones claras

INDAP ha puesto en la palestra la necesidad de apoyar a las y los jóvenes rurales, poniéndolos como agentes claves para el desarrollo y crecimiento sostenible del mundo rural. Para ello ha generado instancias que permiten recopilar sus opiniones, requerimientos y necesidades, siendo una de estas iniciativas la Mesa Regional de Juventudes Rurales en la cual Alberto participa.

“Esta mesa es una buena oportunidad para hacer amistades y que los jóvenes nos organicemos y complementemos. Hay un gran potencial y espero que más personas participen de este proyecto, porque seremos nosotros quienes transmitiremos los conocimientos y las técnicas más novedosas y con un enfoque sustentable, sostenible, responsable y que consideren una simbiosis con otros agricultores, ganaderos y los demás actores del campo”, dice Barraza.

Gracias a INDAP, Alberto ha hecho más eficiente el uso de agua para el riego de sus vides, tras el mejoramiento e impermeabilización de su estanque mediante el Programa de Riego Intrapredial (PRI). También destaca los apoyos recibidos por el Programa de Desarrollo Local (Prodesal), “que es una herramienta muy útil, porque nos han orientado y aconsejado, y eso se aprecia mucho”.

“Estamos trabajando con dedicación para que los jóvenes rurales accedan a instrumentos que apoyen sus emprendimientos y así permanezcan en el campo, porque, tal como Alberto, ellos son ejemplos de resiliencia y de promoción de una labor más consciente con la realidad climática actual, que es lo que nos ha pedido impulsar el Presidente Boric”, señala el director regional de INDAP, Víctor Illanes.

Por su parte, el seremi de Agricultura, Christian Álvarez, sostiene que “estamos contentos que cada vez más jóvenes opten por la ruralidad como lugar donde construir su negocio, viendo en ella una opción rentable que les permite contar con una calidad de vida digna para ellos y su entorno”.

Al ser consultado por sus proyecciones, este joven rural dice que lo que más desea ahora es seguir mejorando su predio e ir fortaleciendo la calidad de sus producciones, considerando para ellas la implementación de prácticas más amigables con el medioambiente.